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Crear
canales de participación social, para resolver los problemas mediante el trabajo voluntario, el diálogo y el intercambio cultural.
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Promover
la dignidad humana en toda su dimensión ética y cultural, la igualdad de oportunidades especialmente entre hombres y mujeres, así como los derechos de los niños.
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Sensibilizar
a la sociedad, en especial a los jóvenes, acerca de su responsabilidad hacia los millones de seres humanos en situación de pobreza y que viven en condiciones menos desarrollados, no sólo en los llamados «países pobres».
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Formar
compromisos de cada país en su propio desarrollo y para apoyar las iniciativas locales que respondan a las auténticas demandas sociales.
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Contribuir
en la construcción de Europa, con una posición común compartida a ayudar a las personas y las zonas menos desarrolladas.